Fue un 1 de marzo de 2004 en la ciudad coruñesa de Santiago de Compostela, era Año Santo y Galicia se preparaba para un verano cargado de actos y peregrinajes, por lo que la Xunta apostó por invertir y promocionar el Xacobeo (Una pereginación en Santiago de Compostela) por todo lo alto.
De la mano de la Liga de Fútbol Profesional, el gobierno gallego consiguió que el mejor futbolista del momento, Ronaldinho, protagonizase un anuncio que se retransmitiría en el intermedio de todos los partidos.
Así que el futbolista brasileño acudió a la plaza del Obradoiro (La plaza donde se encuentra la Catedral) para rodar un anuncio en el que luciría todas sus habilidades con el balón con la Catedral de Santiago de fondo bajo la producción de la compañia productora "Rara Film SL".
Entre toques y filigranas, llegó uno de los planos más destacados del spot. En él, Ronaldinho debía hacer una chilena en la entrada a la catedral. Tras varios intentos fallidos, el futbolista enganchó perfecto el balón. Sin embargo y con mala suerte, o punteria (Como se interprete ustedes), este impactó de lleno impactó contra una de las vidrieras que hay en lo alto del portón de acceso, rompiéndola en el acto.
Dado por el cómico e inesperado sucedo, el precio del cristal roto por el futbolista costaba "doscientas pesetas", es decir, 1,20 euros, aunque ya se estaba aplicando el euro por estas fechas. Sin embargo, desde el Arzobispado corrigieron esa cuantía, ya que tenía que instalar una estructura para llegar al cristal, lo que incrementaría los gastos.
Aunque no todo es gris, ya que el seguro de la productora pagó los desperfecots accidentados y, al mismo tiempo, el Xacobeo 2004 fue un completo éxito marcado por una serie de conciertos inolvidables, un gran número de turistas en Galicia y numerosos peregrinajes a Santiago, aportando un gran beneficio económico para la localidad gallega.
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